La CGT liderada por Antonio Caló ratificó, durante su
plenario de secretarios generales y presidentes de obras sociales, su postura
de mantener abiertos los canales de diálogo con el gobierno nacional para que
esa sea la vía destinada a expresar los reclamos de los trabajadores.
Confirmaron que solicitarán una reunión con la Presidenta de la Nación para
tratar temas tales como la suba del mínimo no imponible y algunas cuestiones
administrativas referidos a las obras sociales. Por otro lado, repudiaron el ataque
sufrido por jóvenes militantes de La Cámpora por una patota de la UOCRA-La
Plata mientras realizaban tareas de ayuda a los damnificados por el temporal.
Respecto al Impuesto a las Ganancias, el vocero de la
central obrera, Héctor Daer, consideró que “no podemos negar que hemos
avanzado, aunque aún no se cumple satisfactoriamente todo lo que queremos”. En
cuanto a las obras sociales argumentaron que necesitan agilizar la tramitación
de expedientes por discapacidad.
Por su parte, el titular del gremio de taxistas, Omar
Viviani, enfatizó que todo lo que consiguió el movimiento obrero argentino en
los últimos seis meses fue por esta CGT. En la misma línea, agregó que en la
agenda ampliada que la CGT quiere tratar con la Presidenta se contempla el
pedido de poner en funcionamiento el Consejo de Salario Mínimo Vital y Móvil
donde nos encontramos trabajadores, empresarios y el Estado.
Y enfatizó: “Tenemos que tratar allí con quienes son los
verdaderos formadores de precios, los responsables de la inflación”.
Además, Viviani subrayó que “hace poco tuvimos dos logros a
los que los medios no le dieron espacio y que fueron la ley que regula el
trabajo doméstico y la ley que declara delito el trabajo infantil, eso fue un
avance importante para el trabajo en Argentina”.
Finalmente, antes consultas periodísticas, desde la CGT
repudiaron la golpiza que una patota vinculada al titular de la seccional
platense de la UOCRA, Juan Pablo Pata Medina, le propino a militantes de La
Cámpora que estaban realizando tareas solidarias en un barrio inundado durante
el temporal. “No son trabajadores los que hacen eso, no hay espacio para la
violencia entre
los trabajadores organizados”, dijo Viviani.
Por su parte, Daer sentenció: “Repudiamos absolutamente esos
hechos y cualquier otro hecho de violencia que nada tienen que ver con la
solidaridad”.